Nuestra Declaración de Fe

I. Dios Trino

Creemos que hay un solo Dios que existe eternamente en tres personas:  Padre, Hijo, y Espíritu Santo, mereciendo adoración y obediencia cada uno por igual. Es completamente perfecto e incambiable e infinitamente Santo, Omnisciente, Omnipresente, Omnipotente.  Es un Dios personal.  Es perfecto en todos sus atributos.

1 Juan 5:7;Mateo 3:16-17; 5:48; 28:19; Números 23:19; Génesis 1:1; 3:22; 11:7; 1 Pedro 1: 16; Colosenses 1:16-17; Éxodo 25:8; Juan 1:14; Apocalipsis 1:8; Salmos 147:5; Salmos 139:7-10; 89:11; Éxodo 3:14, Salmos 102:26-28; Juan 4:24

II. Dios el Padre

El Dios Padre es considerada la primera persona de la Trinidad. Se ocupa misericordiosamente de los asuntos de la humanidad.  Se convierte en Padre espiritual de todos aquellos que son regenerados por gracia por medio de la fe en Jesucristo.  Su amor lo llevo a dar a su Hijo a muerte para que todo el que cree en su Hijo sea salvo mediante la fe.

Salmo 90:2; Job 42:2; Lamentaciones 3:37-39; Juan 1:12-13; 3: 16.

III. Dios el Hijo

Creemos que Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios y es completamente Dios y completamente hombre.  Creemos que por medio de él fueron creadas todas las cosas tanto visibles e invisibles y que por medio de él serán reconciliadas todas las cosas. Creemos en su concepción virginal por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María. Creemos que vivió una vida sin pecado. Creemos en sus milagros y enseñanzas.  Creemos que mediante la fe en su sacrificio expiatorio, la justicia de Cristo es imputada al hombre pecador.  Creemos que solo a través de Jesucristo es que podemos llegar al Padre. Creemos en su resurrección corporal, ascensión al cielo, que esta sentado a la diestra de Dios, que intercede por su pueblo y que su regreso será personal y visible a la tierra.  Creemos que él es el único y divinamente designado Mediador entre Dios y el hombre.  Creemos que él es nuestro Sumo Sacerdote, Rey y cabeza de la Iglesia, y que es Soberano del universo.

Isaías 53:10-12; Mateo 1:18-25; 20:28; Lucas 1:26-38; Juan 1:1, 14, 14:6; 18; 10:30, 17:3; 20:28, 30-31; Hechos 1:9-11; 20:28; Romanos 5:6-8; 6:9, 10; 8:34; 9:5; 1 Corintios 8:6; 15:3-4; 2 Corintios 5:21; Gálatas 3:13; Efesios 1:4; Filipenses 2:5-11; Colosenses 1:15-20; Hebreos 1:1-3; 7:25; 9:28; 1 Timoteo 2:5; 3:16; Tito 2:13; 1 Pedro 2:21-23; Apocalipsis 12:10

IV. Dios el Espíritu Santo

El Espíritu Santo es totalmente Dios. Posee los mismos atributos del Padre y del Hijo.  Es una persona de la trinidad, no es una fuerza.  Busca exaltar a Cristo.  Inspiro a hombres de la antigüedad para que escribieran las Escrituras.  En el tiempo actual provee iluminación para capacitar a los creyentes para que entiendan la verdad.  Su obra es convencer a las personas de pecado, justicia y juicio y de igual manera regenera al pecador creyente, reside, guía, enseña y da dones y poder a los creyentes para vivir y servir piadosamente. Sella al creyente hasta el día de su redención final.

Génesis 1:2; Efesios 1: 13,18,4:30; Hechos 1:8; Ezequiel 36:27; Juan 3:5-8,14:26, 16: 8-11, 13-16; 1 Corintios 6:19-20, 12:11; 2 Corintios 3:17;  1 Juan 4:1-3; 2 Pedro 1: 21-22; Hebreos 6:4

V. Las Sagradas Escrituras

Creemos que la Biblia, la cual consta de 39 libros del Antiguo y 27 del Nuevo Testamento, es la única Palabra de Dios, siendo completamente escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo, contiene en su totalidad el registro de la revelación que Dios hace de si mismo para la salvación de los hombres y por lo tanto está sin error en los manuscritos originales y tiene suprema autoridad en todos los asuntos de fe y conducta.

Salmo 19:7; Isaías 40:8; Mateo 5:17-20; Marcos 13:31; Juan 20:31; Hechos 20:32; 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1: 20-21; 1 Corintios 2:10

VI. El hombre

El primer hombre y la primera mujer fueron creados a la imagen y semejanza de Dios.  Ambos pecaron contra Dios al desobedecerle y esto trajo la muerte espiritual y física posteriormente. Como consecuencia de su pecado todo el genero humano posterior a ellos nacieran con una naturaleza pecaminosa, corrompida en todas sus partes y están separados de Dios y enemistados con El y solo pueden ser reconciliados con Dios mediante la fe en el Señor Jesucristo.

Génesis 1: 26-27; 3: 6-7, 11, 24; 6:3; Romanos 3:23, 5: 10, 12, 6:23; 8: 5-13

VII. La Salvación

Creemos que la salvación es un regalo de Dios y solo puede ser obtenida por gracia y mediante la fe y no por obras.  Aunque la salvación no es por obras afirmamos que si fuimos hechos para buenas obras según lo menciona la escritura y esto es una evidencia de la regeneración.   Creemos que Dios por el puro afecto de su voluntad escogió en él desde antes de la fundación del mundo a los que serian adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo.  A estos que el escogió de antemano de igual manera los justifico, santifico y los glorifico.  Al ser un regalo de Dios, la salvación no puede ganarse ni tampoco puede perderse una vez obtenida.  Quien ha sido verdaderamente regenerado se distinguirá por una vida de piedad y lucha continua contra el pecado.  Dios atrae a los pecadores a la fe a través de la proclamación del evangelio.  Por obra del Espíritu Santo el ser humano es convencido de su pecado.  Solo aquellos que genuinamente depositan su fe en Jesucristo y se arrepienten genuinamente de todos sus pecados son salvos.  Por su gran amor, Dios proveyó la salvación a través de Jesucristo para que todo el que cree en su Hijo no se pierda sino que tenga vida eterna.  Por lo tanto Jesús es el único camino por el cual el ser humano puede llegar al Padre.

Efesios 2: 4-5, 8-10; Romanos 8:30, 10:14-17; 1 Corintios 6:11; Juan 16: 8-11, 17:12; Mateo 13:23, 19: 25-26; Juan 3:16, 14:6; Hechos 4:12, 16:31;

VIII. Regeneración

Creemos que la regeneración es un cambio de corazón, forjado por la Espíritu Santo, que das vida a los que se encuentran muertos en sus delitos y pecados, iluminando espiritualmente sus mentes y renovando toda su naturaleza, para que amen y practiquen la santidad.

Ezequiel 36:25-26; Juan 1:13; 3:3, 5-8; 2 Corintios 5:17; Gálatas 2:20; Efesios 2:1-6; Tito 3:5; 1 Juan 5:1

IX. Justificación

La justificación es un acto legal en el cual Dios declara justos a los injustos al aplicarles la justicia de Cristo a estos.  Creemos que la justificación es una completa muestra de gracia de Dios hacia los pecadores al absolverlos de todos sus pecados, por la satisfacción obtenida a través de Cristo y no por algo hecho por ellos, sino a causa de la obediencia y satisfacción de Cristo, reciben su justicia por gracia solamente a través de la sola fe en Cristo Jesús.

Juan 1:16; Hechos 10:43; 13:39; Romanos 3:24-26; 4:23-25; 5:1-21; 8:1; Efesios 2:8-9; Filipenses 3:7-9; Tito 3:5-6; 19; 1 Juan 2:12

X. Santificación

Creemos que los que han sido regenerados y justificados de igual manera han sido santificados o apartados para Dios como cosa santa. Creemos que esa santificación es posicional y que sucede instantáneamente se produce la regeneración.   De igual manera creemos en la santificación progresiva en la cual el creyente con la ayuda del Espíritu Santo se va pareciendo mas y mas a la imagen de Cristo al ser intencional en vivir una vida apartado para Dios como cosa santa y viviendo en una lucha continua contra el pecado.  Aunque hay un proceso de santificación progresiva desde el momento en el que el creyente fue regenerado, nunca alcanzara un completo grado de santificación ya que eso únicamente se completara en el momento de la muerte o en el momento que el Señor regrese y a los santos se les otorgue un cuerpo glorificado.

Juan 17:17, 19; Romanos 6:11,18, 12:1-2; 15:16; 1 Corintios 1:30; 6:11; 2 Corintios 3:18; Efesios 1:4; Filipenses 1:9-11; 2:12-13; 3:12-16; 1 Tesalonicense 4:3; 5:23; Hebreos 2:11; 6:1; 7:1; 10:10; 12:10, 23; 1 Pedro 2:2; 2 Pedro 1:5-8; 1 Juan 2:29

XI. La Iglesia

Creemos en la iglesia universal la cual es compuesta por todos aquellos que han sido regenerados en todas las épocas de la historia.  Estos representan el cuerpo de Cristo, de quien Él es la cabeza.  De igual manera creemos en la iglesia autónoma local la cual esta compuesta por un grupo de creyentes que se reúnen en un área en particular en un tiempo en particular.  Creemos que la iglesia no es un local sino una asamblea de creyentes genuinos que han sido bautizados y que se han hecho un pacto juntos en amor como miembros solidarios para reunirse regularmente bajo la autoridad de las escrituras y el liderazgo de los ancianos.  Se reúnen regularmente para escuchar la predicación, cantar juntos, orar juntos, dar generosamente y practican las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor.  La iglesia de igual manera practica la disciplina eclesial según lo establece Mateo 18:15 al 20 y cada miembro se preocupa de cumplir con la gran comisión dada por Jesús según Mateo 28:18-20.

Mateo 18:15-20, 28:18-20; Efesios 1:22-23, 2:19, 4:15, 5:19, 23.

XII. Las Ordenanzas

Creemos que el Señor Jesucristo dejo dos ordenanzas para que fueran observadas y administradas por la iglesia local las cuales son el Bautismo y la Cena del Señor.   Enseñamos y practicamos el bautismo por inmersión y solo bautizamos a quienes genuinamente se han arrepentido de sus pecado y han depositado su fe en el Señor Jesucristo como único salvador y Señor.  Creemos que todos los que han sido regenerados, de igual manera serán bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo como una muestra de su unión con Cristo en su muerte y resurrección.  Creemos que el bautismo en si mismo no salva a nadie sino que la salvación solo proviene por medio de la fe en Jesucristo, pero creemos que el bautismo es un acto publico de la fe de quien ha sido salvado por la pura gracia de Dios.  De igual manera creemos que la iglesia local debe celebrar con frecuencia la Cena del Señor. Creemos que el pan y el fruto de la vid son símbolos del cuerpo y de la sangre de Jesús y creemos que cada vez que celebramos la Cena del Señor anunciamos la muerte del Señor hasta que el regrese.  Creemos que cuando celebramos la Cena del Señor como iglesia local estamos de igual manera renovando nuestro pacto con Dios y con los demás hermanos en la fe que son miembros del cuerpo de Cristo. Creemos que solo deben participar de la Cena del Señor aquellos creyentes que han sido bautizados.

Romanos 6:4-6; Mateo 26:17-29, 28:19-20; Marcos 14:12-25; Lucas 22: 7-23; 1 Corintios 11:23-26

XIII. Perseverancia de los Santos

Creemos que aquellos a quienes Dios ha aceptado en Cristo y santificados por Su Espíritu nunca caerán total ni finalmente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverará hasta el fin y aunque puedan caer, por negligencia y tentación, en pecado, con lo cual entristecen al Espíritu, menoscaban sus gracias y comodidades, traen oprobio a la Iglesia y a los juicios sobre sí mismos, pero serán renovados de nuevo para arrepentimiento y ser guardados en el poder de Dios por medio de la fe para salvación.

Jeremías 32:40; Mateo 13:20-21; Juan  8:31; 6:66-69; 10:27-30; Romanos 8:28-39; Efesios 1:11-14; Filipenses 1:6; Hebreos13:5; 1 Juan 2:27-28; 3:9; 5:12, 18

XIV. Las ultimas cosas

Creemos en el regreso inminente, personal y visible del Señor Jesús Cristo a la tierra y el establecimiento de su reino.  Creemos que habrá una resurrección corporal de los muertos.  Los creyentes resucitaran para gozo eterno y bendición y los incrédulos resucitaran para juicio y para un tormento eterno consciente.

Mateo 16:27; 25:31-46; Marcos 14:62; Juan 5:28-29; 14:3; Hechos1:11; 17:31; Romanos2:6-11; Filipenses 3:20; 1 Tesalonicenses 4:15; 2 Timoteo 4:1, 8; Tito 2:13; 1 Corintios 4:5; 15:12-28; 2 Corintios 5:1-10; 2 Tesalonicenses 1:7-10; Apocalipsis 20:4-6,11-15